miércoles, 15 de febrero de 2012

"GUIA EXAMEN 1ER PARCIAL"


1.-caracteristicas generales del urbanismo renacentista.

Urbanismo renacentista

La ciudad de Sforzinda, de Filarete, es una utopía urbanística renacentista.

El urbanismo renacentista se refiere a los proyectos de planeamiento urbano desarrollados durante el Renacimiento. El Renacimiento surge en la República de Florencia. Los grupos sociales dominantes pasan a residir en el interior de las ciudades, formando la nobleza urbana. Así, a partir del siglo XV el paisaje urbano verá aparecer el nuevo tipo edificatorio: los palazzi. Surge la figura del arquitecto y el proyecto arquitectónico, entre los que destacarán Brunelleschi, Alberti, Filarete, Scamozzi... que llevarán a cabo tratados sobre ciudades ideales.


Planeamiento urbano renacentista
Surge la necesidad de modificar la estructura urbana medieval para destacar los edificios singulares: torres, palacios, iglesias... Comienzan así las primeras reflexiones sobre el espacio público, que será objeto de proyecto y se buscarán una serie de objetivos: proporciones geométricas, axialidad y paisaje. Se buscará el control del espacio urbano público, las plazas y las calles.

 Plazas

La plaza del mercado de la ciudad medieval dará lugar a la plaza ceremonial, que complementará al edificio singular al que acompaña: basílica, palacio... La fachada de la plaza se volverá unitaria y porticada, y el pavimento será objeto de diseño. Asimismo, se incorporará mobiliario urbano. Las plazas procurarán acentuar la atención en el edificio singular, que se destaca sobre el resto. Son plazas centralizadas.
Será en esta época cuando deje de considerarse exclusivamente la arquitectura del edificio para tener en cuenta la conformación del espacio urbano. Se establecen normativas para regular las fachadas de las plazas. Los foros romanos serán objeto de estudio de los urbanistas, que las tomarán como referencia en proporciones y dimensiones.

 Calles

La calle también será objeto de proyecto. Al igual que en la plaza, también surgirán ordenanzas reguladoras de fachadas. Ejemplos claros son la Galería Uffizi, en Florencia, llevada a cabo por Giorgio Vasari en 1560, y la Strada Nuova de Génova, proyectada por Bernardino de Cabio. En la ciudad de Palermo, la calle se utiliza a escala de ciudad, trazándose desde el antiguo palacio hasta la vía Maqueda. Otro ejemplo de calle renacentista será la Via Giulia, construida por Bramante en 1506 completamente recta, para canalizar las peregrinaciones a San Pedro del Vaticano.


La ampliación de la ciudad renacentista
La ampliación urbana será ahora proyectada, con criterios geométricos. El caso paradigmático será el de la Addizione Erculea de Ferrara, ensanche de 1492 encargado por Ercole I d'Este a Biagio Rossetti. En este ensanche, se traza un eje hacia una de las puertas de la nueva extensión (Corso Ercole I d'Este), quedando las otras dos puertas unidas por otro eje (Corso Biagio Rossetti). En el cruce de ambos, el "Quadrivio degli Angeli", se sitúan tres palacios: Palacio de los Diamantes, Palazzo Prosperi Sacrati y Palazzo Turchi di Bagno. La cruz divide la ciudad en cuatro cuadrantes, en los que inscribe una retícula, en la que se introducirán los otros elementos singulares y la plaza importante, la Piazza Ariostea. Para romper la continuidad de la edificación, se insertan parques en la trama. El Castillo de los Este pasa a ser el nuevo centro de la ciudad.
También Palermo será objeto de una remodelación urbana, al introducirse una gran cruz de calles sobre el tejido medieval, las actuales vías Vittorio Emanuele y Maqueda, formando la plaza de Quattro Canti.
Otros ensanches se llevarán a cabo en zonas abaluartadas: el ensanche de Livorno (s. XVI) es un ejemplo de proyecto de extensión reticular, con una plaza central cuadrada y dos grandes ejes. Se establece una ordenanza de fachada, según la cual todas las viviendas que dan a la plaza tienen planta baja porticada, primero, segundo y bajocubierta, y se ubica una estatua en la muralla visible desde el mar, el monumento a Fernando I, que se convierte en foco perspectivo de la calle.
En 1608 Carlos de Gonzaga funda Charleville, con una plaza centrada y plazas secundarias alrededor. La plaza principal está presidida por el palacio ducal. Las cuatro grandes calles que conducen a las puertas dividen la ciudad en cuatro barrios, unidos por la plaza. Cada barrio dispone de su propia iglesia. Los edificios residenciales están sometidos a una ordenanza de fachada: ladrillo en entrepaño, piedra para los arcos, pizarra para las cubiertas, plantas bajas con arcadas abiertas más dos plantas superiores, y tejados individuales. La plaza de esta ciudad será el precedente de la primera plaza real de Europa: la Plaza Real de París, que será modelo de todas las plazas reales de Francia hasta el siglo XVIII.

[editar] Clasificación de las ciudades de nueva planta

La tratadística de la época ya llevará a cabo clasificaciones de las ciudades que estaban siendo construidas:

[editar] Clasificación funcional de Pierre Lavedan

  • Ciudades fortaleza: estructuras de poder militar.
  • Puertos: ciudades portuarias de gran dimensión funcional.
  • Ciudades residenciales.
  • Ciudades de religión: nacidas con el protestantismo para protegerse de los movimientos católicos en Alemania.

[editar] Clasificación de Leonardo Benévolo

  • Ciudades fortificadas.
  • Ciudades residenciales (residenz-stadt)
  • Nuevas capitales.

[editar] Ciudades ideales: las utopías

[editar] Leon Battista Alberti

Su principal contribución fue la obra "De Re Aedificatoria", publicación en doce tomos sobre arquitectura que datan de 1452, donde, a pesar de no recoger planos de ciudades ni ejemplos de urbanismo, trata extensivamente muchos aspectos del planeamiento urbanístico, desarrollados por completo por teóricos posteriores, especialmente su idea de plaza centralizada con calles radiales.

[editar] Filarete

Antonio Averlino, "Il Filarete", escribirá la obra "Trattato d'Architettura" alrededor de 1465, aunque no se publicará hasta el siglo XIX. En ella presenta la ciudad ideal de Sforzinda, la primera ciudad ideal globalmente planificada. En ella se puede ver una estructura que consta de un área central con tres plazas, y dieciséis vías radiales con plazas secundarias, unidas por una vía secundaria circular, toda rodeada de una muralla poligonal basada en la rotación del cuadrado.

[editar] Francesco di Giorgio Martini

Escribió su "Trattato di architettura civile e militare" en 1495. El quinto capítulo se ocupa de las fortificaciones, en la que incluye ejemplos de proyectos centralizados, así como otros adaptados a emplazamientos concretos. Martini fue el más prolífico diseñador de ciudades ideales.

[editar] Pietro Cataneo

En 1554 publica sus "Quattro libri dell'Architettura" en Venecia, en los que se incluyen planos de ciudades ideales basadas en polígonos regulares, entre los cuales figuran algunos con ciudadelas separadas para el gobernador de la ciudad.

[editar] Buonaiuto Lorini

Escribió "Delle fortificazione libri cinque", publicado en 1592.

[editar] Leonardo da Vinci

Se anticipó varios siglos en su ciudad ideal, proponiendo una separación a distintos niveles entre el tráfico peatonal y rodado, con vías especiales para tráfico pesado.

[editar] Vincenzo Scamozzi

En su obra de diez volúmenes "L'idea dell'Architettura Universale" desarrolla su ciudad ideal, Palmanova, que verá construida, cuya descripción se puede leer más adelante.

[editar] Arquitectura militar

Palmanova, desarrollada por Vincenzo Scamozzi.
Pese al desarrollo de las Utopías, las únicas ciudades ideales que se verán materializadas serán las antiutopías: ciudades defensivas ideales, en contraposición a las utopías, que son intentos de crear una urbe igualitaria e intelectual. Así, habrá una serie de obras llevadas a cabo por ingenieros militares, que se centrarán en los aspectos defensivos, especialmente la muralla, que ocupará una extensión en ocasiones mayor que la propia ciudad. Se proyectan de exterior a interior, comenzando el proyecto por la muralla.
  • Durero, 1527: tratado destinado a la reflexión sobre aspectos defensivos. Desarrolla una ciudad cuadrada, con murallas, fosos, y la sustitución de la plaza central por un castillo. La ordenación interior se lleva a cabo mediante una retícula.
  • Specklin, 1584: introduce el tipo urbano que se aplicará en Alemania a las ciudades de nueva fundación. De planta octogonal, con vías poligonales y vías radiales concentradas en la plaza central, están pensadas para permitir el rápido acceso de las tropas desde el centro a los bastiones.
  • Marini, 1545: planificará la ciudad de Vitry-le-François, con una cuadrñicula con cruz de calles que atraviesan la gran plaza central. Las cuatro calles la dividen en cuatro barrios, cada uno de los cuales dispone de una segunda retícula de calles de menores dimensiones. Todo ello está rodeado por una muralla con ciudadela. Se jerarquiza la trama urbana, con calles de diferentes anchuras: vías principales, de 13 metros de ancho; vías divisorias de barrios, de 8 metros de anchura, y vías de barrio, de 6 metros de ancho.
  • Marchi, 1599.
  • Cataneo, "Cuatro libros de arquitectura", 1554: desarrolla planos de la ciudad ideal basados en polígonos regulares, introduciendo plazas interiores y dividiendo la ciudad en barrios. Busca el equilibrio en torno a la plaza.
Ejemplos de villas militares de la época pueden ser Zamosc (Polonia), La Valletta (Malta) o Rosas (España), aunque el ejemplo más claro es la ciudad de Palmanova, proyectada por Vincenzo Scamozzi en 1593. La recoge en su obra "L'idea dell'Architettura Universale". Fortificada, pretende ser una ciudad defensiva dentro de la República de Venecia. Es un polígono de nueve lados con tres puertas, en cuyo centro hay una plaza hexagonal de la que parten seis calles. Tres anillos de calles rodean la plaza central. En torno a la plaza central hay plazas secundarias, mercantiles.

2.-PRINCIPALES TEORICOS DE URBANISMO RENACENTISTA:

Leon Battista Alberti,Francesco di Giorgio Martini,Pietro Cataneo,Leonardo da Vinci,Vincenzo Scamozzi,Buonaiuto Lorini.

3.-CARACTERISTICAS GENRALES DE LA ARQUITECTURA RENACENTISTA:

Arquitectura del Renacimiento

Santa Maria della Consolazione en Todi 1508-1607. Ejemplo de iglesia de planta central. Trabajaron en ella Cola da Caprarola, Antonio da Sangallo el Joven, Baldassarre Peruzzi, Galeazzo Alessi, Michele Sanmicheli, Jacopo Vignola e Ippolito Scalza.
Arquitectura del Renacimiento o renacentista es aquella producida durante el período artístico del Renacimiento europeo, que abarcó los siglos XV y XVI. Se caracteriza por ser un momento de ruptura en la Historia de la Arquitectura, en especial con respecto al estilo arquitectónico previo: el Gótico; mientras que, por el contrario, busca su inspiración en una interpretación propia del Arte clásico, en particular en su vertiente arquitectónica, que se consideraba modelo perfecto de las Bellas Artes.
Produjo innovaciones en diferentes esferas: tanto en los medios de producción (técnicas y materiales constructivos) como en el lenguaje arquitectónico, que se plasmaron en una adecuada y completa teorización.
Otra de las notas que caracteriza este movimiento es la nueva actitud de los arquitectos, que pasaron del anonimato del artesano a una nueva concepción de la profesionalidad, marcando en cada obra su estilo personal: se consideraban a sí mismos, y acabaron por conseguir esa consideración social, como artistas interdisciplinares y humanistas, como correspondía a la concepción integral del humanismo renacentista. Conocemos poco de los maestros de obras románicos y de los atrevidos arquitectos de las grandes catedrales góticas; mientras que no sólo las grandes obras renacentistas, sino muchos pequeños edificios o incluso meros proyectos, fueron cuidadosamente documentados desde sus orígenes, y objeto del estudio de tratadistas contemporáneos.


Períodos
La Historia de la Arquitectura del Renacimiento, como éste mismo, suele dividirse en dos grandes períodos denominados en italiano por el numeral de los años:[1]

 Características generales de la Arquitectura del Renacimiento

 Fundamentos generales del Renacimiento

La Escuela de Atenas, una de las escenas de las Estancias Vaticanas de Rafael Sanzio (1512-1514) es una obra que muestra la relación del Renacimiento con el Humanismo y el Clasicismo. En un entorno arquitectónico inspirado en las obras de la Basílica de San Pedro en que el propio Rafael intervino, aparecen retratados, encarnando a los sabios griegos, muchos de los arquitectos y artistas contemporáneos.
Artículo principal: Renacimiento
La Arquitectura del Renacimiento estuvo bastante relacionada con una visión del mundo durante ese período sostenida en dos pilares esenciales: el clasicismo y el humanismo.
Hay que destacar que los ideales y valores renacentistas no pudieron surgir totalmente desvinculados del acervo medieval que le precedió, sin embargo, los conceptos que subyacen a este estilo arquitectónico se construyeron sobre la consciente y efectiva ruptura de la producción artística de la Edad Media, en especial del estilo gótico.
Podemos analizar las siguientes características generales:
  • Búsqueda del ideal clásico: A través del clasicismo, los hombres del Renacimiento miraban hacia el mundo greco-romano como modelo para su sociedad contemporánea, buscando aplicar en la realidad material cotidiana aquello que consideraban que pertenecía a un mundo más idílico que real. En este sentido, la Arquitectura, en especial, intentó concretar conceptos clásicos como la belleza, surgiendo así la teorización y ordenación del movimiento, fundamentado en la Arquitectura clásica griega y romana. Según los teóricos renacentistas éste era el camino idóneo para alcanzar el mundo ideal.
  • Visión profana sobre temas religiosos: Los valores clásicos, desde el punto de vista del Cristianismo, de enorme influencia en este período (teniendo el cuenta que el Renacimiento surge en Italia, donde la presencia de la Iglesia Católica fue decisiva para el Arte), eran considerados paganos y de carácter pecaminoso. Para superar esta censura de la Iglesia Católica, se integró la visión del mundo cristiano con el proyecto de recuperación de los ideales clásicos, a través de escenas desacralizadas y edificios hechos a la medida del hombre. Esta fue otra de las innovaciones del movimiento.
  • Influencia de la naturaleza: La naturaleza era vista como la creación suprema de la obra de Dios y el elemento más próximo a la perfección (otro de los ideales que había que buscar a través de la estética clásica). Así, se pasa de la búsqueda de la inspiración en la naturaleza, a la inspiración en las formas de la propia naturaleza, tal como proponen los clásicos, convirtiéndose esto en un valor autónomo.
  • Antropocentrismo y humanismo: Además de la naturaleza como creación perfecta, se vuelve la mirada al ser humano: se deja atrás el teocentrismo medieval para entrar en el antropocentrismo. El hombre se analiza, en vez de como ser creado a imagen y semejanza de Dios, como medida y referencia del Universo. Así, será el objeto central de la manifestación artística, con una importancia aún mayor que durante la Antigüedad clásica. El humanismo, como corriente filosófica, se manifestó como un sentimiento comprometido con la representación del hombre en el Universo, que así reafirmaba su presencia. Propugnaba la filosofía humanista el estudio de la naturaleza como instrumento para llegar al conocimiento, más del Universo en conjunto, que de las cosas singulares.

 La importancia de la perspectiva

Plaza del Capitolio, en Roma, diseñada por Miguel Ángel, ejemplo de espacio perspectivo.
Un dato importante en la definición de espacialidad del Renacimiento es la incorporación de la perspectiva como instrumento del proyecto arquitectónico y la noción de diseño como forma de conocimiento.
La principal ruptura con el espacio medieval se produce en el momento en que los arquitectos del Renacimiento pasan a diseñar en sus edificios un desarrollo en el que las reglas del diseño son fácilmente asimilables por los usuarios del mismo. A partir de un análisis objetivo del espacio, presidido por un cierto sentido empírico, llegan a conclusiones que impondrán el propio ritmo del edificio y su entorno.
El dominio del lenguaje clásico, para hacer llegar estos efectos útiles en los edificios, hace posible el estudio de la perspectiva. Como resultado, surge una arquitectura insertada en un espacio perspectivo, integralmente aprehendido por el observador y cuyas relaciones proporcionales se muestran de forma analítica y objetiva.
Estas nuevas relaciones espaciales son especialmente evidentes comparadas con el espacio presente en las catedrales góticas. En ellas, la intención arquitectónica es que el observador, desde el momento en que entra en el edificio, sea dominado por el espacio e instintivamente alce su mirada hacia la cima, procurando así un movimiento ascendente en busca de la figura de Dios. En otras palabras, toda monumentalidad de este espacio gótico tiene una función, entre otras, que es poseer la voluntad del individuo y determinar sus deseos, la función de su estancia y el uso del edificio. En el espacio renacentista, la intención es justamente la contraria: el edificio no domina al individuo, sino que éste reflexiona sobre su espacialidad y la maneja. Se traslada el concepto de una arquitectura a la medida de Dios a la de una a la medida del hombre.

Momento inicial: La cúpula de Santa María del Fiore
Artículo principal: Santa María del Fiore
Comienza el Renacimiento en la Arquitectura: cúpula del Duomo de Santa María del Fiore.
La catedral de Santa María del Fiore fue inicialmente ejecutada en estilo tardo-románico, pero su construcción duró varias generaciones (fue iniciada en 1296 y a la muerte de Brunelleschi, en 1446, aún no se había concluido). No fue un edificio proyectado: su diseño y su construcción se armaron de forma paralela. Aunque existía un plano general para su forma y distribución interna, los detalles constructivos, según era corriente en la práctica edificativa medieval, iban siendo resueltos a medida que avanzaba la construcción, en la propia obra. Por tanto, a pesar de que la necesidad de construir una gran cúpula sobre un determinado punto de la iglesia preexistía, la forma de la misma no había sido decidida de antemano. Cuando llegó el momento de erigirla, los artesanos florentinos se encontraron con un vano de 40 metros, imposible de cubrir con las técnicas constructivas tradicionales.
La solución encontrada en 1418, cuando la República de Florencia ya mostraba claras intenciones de manifestar su poder económico en la arquitectura de la ciudad —con lo que la catedral se convirtió, por tanto, casi en una tarjeta de visita—, fue promover una especie de concurso de ideas para la conclusión del templo, que conllevaba, claro está, la solución al problema de la cúpula. Filippo Brunelleschi, que era, en la época, un artesano relativamente reconocido, aceptó el desafío. Decidió, para ello, viajar a Roma en busca de inspiración. Roma, en ese período, era el lugar del mundo en el que las ruinas de la Antigüedad clásica eran más visibles, casi integradas en el paisaje. La principal fuente de inspiración para Brunelleschi fue el Panteón de Agripa: una estructura con un diámetro similar al de Santa María dei Fiori, rematado con una cúpula en arco pleno. Brunelleschi no sólo observó la solución constructiva utilizada en el Panteón, sino que comenzó a estudiar las relaciones estilísticas, proporcionales y formales entre los diferentes elementos que componían ese espacio. Y fue efectivamente esta actitud la que hizo que se gestara el espíritu del Renacimiento: un individuo observa una determinada realidad a través del deseo y de la intención con la que interfiere en aquella realidad antigua para buscar soluciones útiles aplicables a la realidad moderna. Brunelleschi no tenía plena conciencia de la teoría clásica, pero reconoció un modelo estilístico que usaría para construir e idear su propia arquitectura.
A su vuelta a Florencia, lleno de esa experiencia con el mundo clásico, Brunelleschi propuso una solución para la catedral florentina: una gran cúpula de 42 metros rematada por una linterna, basándose en sus pesquisas en Roma. Pero no se limitó a reproducir el modelo romano, sino que propuso una forma totalmente innovadora: su cúpula sería la primera con tambor octogonal de la historia de la arquitectura. Esta cúpula posee una función estética (bella pero austera, sin dar sensación de pesadez), pero también una función ideológica: representa la unidad cristiana. Para su construcción, Brunelleschi utilizó un juego de doble cúpula, una interna y otra externa, formadas por dos capas construidas con dos roscas de ladrillo separados por una rosca de ladrillo a perpiaño, que avanzan en forma de espiral que hace más rígido el conjunto a la vez que configura un espacio como cámara de aire que da ligereza a la cúpula, dibujando a la vez hilos directores y rematada con linterna.

Pintura renacentista

 
La pintura renacentista abarca el período de la historia del arte europeo entre arte de la Edad Media y el arte barroco. La pintura de esta época está relacionada con el «renacimiento» de la antigüedad clásica, el impacto del humanismo sobre artistas y sus patronos, nuevas sensibilidades y técnicas artísticas y, en general, la transición entre el periodo medieval y los comienzos de la Edad Moderna.


Historia
En las artes visuales, los logros significativos ocurrieron alrededor del año 1400 tanto en Italia como al norte de los Alpes. El arte de Masaccio y los escritos de Leon Battista Alberti ayudaron a establecer la perspectiva lineal y la idealización del cuerpo humano como las ideas principales de la pintura renacentista italiana a principios del siglo XV. Al tiempo se produjo en el norte la pintura gótico-flamenca, que también se ha considerado prerrenacentista o renacimiento nórdico. Artistas flamencos como Jan van Eyck innovaron con la pintura al óleo y composiciones espaciales intuitivas. El breve Alto Renacimiento (h. 1500–1520), centrado en torno a Leonardo da Vinci, Miguel Ángel y Rafael en Florencia y Roma, fue una culminación de los logros italianos, mientras que artistas como Alberto Durero llegó a un nivel similar de innovación artística e intelectual a la Europa septentrional.
La pintura del Renacimiento tardío, desde alrededor de 1520 hasta el final del siglo XVI, está marcada por varias tendencias manieristas que se expandieron a partir de Italia al resto de Francia. La decadencia del renacimiento se inicia en Italia poco después de mediado el siglo XVI. Se caracteriza por la falta o escasez de buenos maestros, optando los artistas por imitar las obras de los grandes maestros anteriores en lugar de estudiar la naturaleza para crear sus obras originales. En el manierismo se exagera el movimiento en las figuras, la expresión es afectada y amanerada o poco natural de los rostros.

[editar] Características

El carácter distintivo de la pintura del renacimiento en general y en su periodo de apogeo consiste:
  • En la unidad de la composición, de la perspectiva, de la anatomía y morbidez muscular y de la belleza exterior física tendiendo a imitar la naturaleza con desenvoltura e inspirándose a la vez los artistas en las obras clásicas escultóricas.
  • Por razón de los asuntos, en la universalidad de ellos, dando mucha entrada a los mitológicos apenas tratados en la época anterior y cultivando singularmente el retrato y las historias. Y aunque no se olvidan los cuadros religiosos, carecen éstos por lo común de la idea y unión mística de la época precedente (sobre todo, en las Vírgenes o Madonnas) y hasta desvían con frecuencia el ánimo de la verdadera piedad. Aunque está plena de religiosidad, cada artista busca su propio estilo, en donde el retrato y la representación del paisaje tienen mucha importancia.
  • Por razón del procedimiento, se distingue en el abandono definitivo de los realces y dorados, en la predilección por los lienzos sin tabla y en la adopción casi exclusiva de la pintura al óleo, salvo las decoraciones murales al temple y al fresco.
La historia moderna de la pintura se inicia con los aportes de los maestros del Renacimiento. Florencia y Roma durante los siglos XV y XVI son la cuna de dicho movimiento que establecerá a través de la perspectiva, la proporción, la anatomía y el descubrimiento y uso del óleo, una manera de pintar realista o verista que no se había dado antes.
El Renacimiento surge en Italia y se va extendiendo progresivamente por Europa, con mayor o menor calado, según los países. Surgieron innumerables centros o escuelas de pintura, sobre todo, en Italia, influyéndose mutuamente unas en otras a pesar de sus divergencias. No existe unanimidad crítica a la hora de distinguir las aludidas agrupaciones de artistas ni es uniforme el estilo de los diferentes maestros, por lo que las escuelas se reúnen sólo geográficamente.

[editar] Pintura italiana

Artículo principal: Pintura renacentista italiana
Italia fue el foco primero y principal del Renacimiento en todas sus manifestaciones, del siglo XV al XVI. La pintura del Quattrocento se desarrolló primero en Florencia, con la obra de Fra Angelico y sobre todo de Masaccio, que creó una nueva sensibilidad, totalmente ajena al gótico. Logra la sensación de espacio a través del uso metódico de la perspectiva lineal, como puede verse en la Trinidad de Santa María Novella (h. 1420-1425). Esta investigación sobre la geometría y la matemática fue seguida por Paolo Ucello, Andrea del Castagno y Piero della Francesca y Fra Filippino Lippi. La siguiente generación de artistas florentinos logró un mayor refinamiento: Benozzo Gozzoli, Domenico Ghirlandaio y, sobre todo, Sandro Botticelli.
En la segunda mitad del siglo XV surge una escuela pictórica en el centro de Italia, preocupada ante todo por crear el espacio en el que se mueven los personajes de sus cuadros, esforzándose por crear sobre todo paisajes ordenados y realistas. En Umbría se destacó Perugino, maestro de Rafael, así como Pinturicchio y Luca Signorelli. En la misma época, el renacimiento alcanzó el norte de Italia, surgiendo escuelas regionales de marcada personalidad: Andrea Mantegna es el pintor más importante de Padua, cuya influencia llega a la refinada corte de Ferrara, donde trabajaron Cosme Tura y Francesco del Cossa. Carácter especial presenta Venecia, en contacto constante con oriente, lo que da a este centro artístico un aire diferente, en el que el color predomina sobre la línea y el paisaje sobre la persona humana, justo a la inversa de lo que ocurre en Florencia. Los más sobresalientes pintores venecianos de la época fueron los Bellini, en particular Giovanni Bellini. Trascendente en la evolución del renacimiento veneciano es la obra de Antonello da Messina, pintor siciliano que se formó en Flandes y que acabó viviendo en Venecia, aportando la minuciosidad flamenca.
Cristo entre los doctores (1548) por el Veronés.
La segunda fase del renacimiento italiano es el Cinquecento, en el que descollan los tres grandes nombres de la pintura renacentista: Leonardo da Vinci, Rafael y Miguel Ángel, cuya prodigiosa labor en la Capilla Sixtina constituye una de las obras cumbres del Renacimiento.
A mediados de siglo, tras la muerte de los grandes maestros, y en medio de una crisis social generalizado, la pintura se hace manierista, notándose primero en Florencia y Roma con Andrea del Sarto, Pontormo, Bronzino, Vasari y Volterra. En Parma surge una escuela particularísima cuya figura más sobresaliente es Antonio Allegri da Correggio, precursor del ilusionismo barroco con su decoración de la cúpula de la iglesia de San Juan Evangelista de Parma (1520–1523). Su discípulo Parmigianino representa obras con figuras elongadas, como la llamada Madonna del cuello largo (1540). Esta es la época en que aparecen los grandes maestros venecianos, con obras plenas de sensualidad y colorido: Giorgione, Tiziano, Veronés y Tintoretto.


PRINCIPALES ARQUITECTOS DEL RENACIMIENTO:

Michelozzo,Filippo Brunelleschi,Donato d'Angelo Bramante,Leon Battista Alberti,Lorenzo Vázquez de Segovia,Leonardo da Vinci


PRINCIPALES PINTORES DEL RENACIMIENTO:

Leonardo da Vinci, miguel angel,Fra Filippo Lippi,Jan Gossaert,el Veronés,van Leyden



CUADRO COMPARATIVO:

GOTICO
RENACIMIENTO
Figuras rigidas
Esculturas con movimiento y perspectiva
Menos realismo
Uso de sombras y claros en las pinturas
Representan posiciones planas en los cuadros
Empiezan a usar la perspectiva
Representacion vertical en la arquitectura
Arquitectura con representacion horizontal
Ho hay perfeccion en las esculturas
Se retoma el aspecto de la arquitectura griega y romana
Los libros eran hechos a mano y muy elavorados
Nuevo uso de cupulas con formas octagonales y en gajos
Las pinturas son colores planos
Usaban la geometria y todo era simetrico, la escultura se independiza de la arquitectura,
aparecen nuevas tecnicas de pintura como el
óleo, libros en imprenta.

miércoles, 8 de febrero de 2012

La sección áurea o numero de oro






El número áureo o de oro (también llamado número plateado, razón extrema y media,1 razón áurea, razón dorada, media áurea, proporción áurea y divina proporción) representado por la letra griega φ (fi) (en minúscula) o Φ (fi) (en mayúscula), en honor al escultor griego Fidias, es un número irracional:



Un número nada fácil de imaginar que convive con la humanidad porque aparece en la naturaleza y desde la época griega hasta nuestros días en el arte y el diseño. Es el llamado número de oro (representado habitualmente con la letra griega ) o también sección áurea, proporción áurea o razón áurea.




La sección áurea es la división armónica de una segmento en media y extrema razón. Es decir, que el segmento menor es al segmento mayor, como este es a la totalidad. De esta manera se establece una relación de tamaños con la misma proporcionalidad entre el todo dividido en mayor y menor. Esta proporción o forma de seleccionar proporcionalmente una línea se llama proporción áurea.